De forma general, la estimulación cognitiva es una serie de actividades que se aplican con el fin de mejorar o mantener los procesos cognitivos de niños, adolescentes, adultos y adultos mayores el máximo posible.
Por eso, para realizarla, siempre es necesario consultar a profesionales en el área y pocos cuentan con la experiencia que tiene la Estimulación Cognitiva, ya que es una página web que te proporcionará cursos, formación y toda una variedad de profesionales a tu disposición.
Todo lo que tienes que hacer es escribirle a su correo: [email protected] o a su WhatsApp 677618962. Ahora bien, antes de hacerlo debes tener presente cuáles son los objetivos de los programas de estimulación cognitiva y por eso, a continuación, los vamos a enumerar para ti.
¿Qué son los procesos cognitivos?
Entendemos que los procesos cognitivos no son otra cosa que las funciones mentales que permiten a todas las personas el almacenamiento y el procesamiento de la información y luego, usarla para para trazar y alcanzar metas, así como para adaptarlos al entorno donde vivimos.
Los objetivos de los programas de estimulación cognitiva
Cuando se trata del cómo van a funcionar los procesos cognitivos, debes pensar en ellos como si fueran una enorme cadena de montaje, ya que todas las actividades que realizamos de forma cognitiva no sólo son complejas, sino que se realizar a través de varios pasos, uno detrás del otro.
En pocas palabras, para que los procesos cognitivos se lleven a cabo, deben realizarse procesos más sencillos sin interferencias para alcanzarlos. Cualquier fallo en esta cadena, repercute negativamente en el resultado final.
De ahí, que al momento de desarrollar programas de estimulación cognitiva se tracen objetivos puntuales, los cuales son:
- Frenar o retrasar al máximo posible el deterioro de una persona.
- Mejorar la autoestima y el autoconcepto que el individuo posee de sí mismo.
- Aumentar la autonomía personal que posee el sujeto.
- Tratar y minimizar los síntomas emocionales que presentará el paciente, tales como trastornos depresivos o estrés.
- Evitar la desconexión de la realidad del paciente.
- Brindar apoyo a familiares y amigos que los acompañen para que lo puedan apoyar durante cada terapia.
Todo lo anterior se hace con una finalidad fija: mejorar la calidad de vida que tiene la persona que asiste a la terapia de estimulación cognitiva y apoyar a su familia para que sepa cómo lidiar con él y cómo ayudarlo a mejorar.
De esta manera, se espera que los pacientes muestren mejoría tras las primeras sesiones y que, a lo largo del tiempo, no sólo obtengan una autonomía, sino que mantengan una disciplina en los ejercicios y actividades que deben realizar para evitar o minimizar su deterioro cognitivo.
Esto es fundamental, sobre todo, cuando hablamos de jóvenes y adultos mayores.